Los músicos no tienen nada que temer. Los fotógrafos, pintores, escritores, los realizadores cinematográficos… Es la hora, el siglo y probablemente el milenio del creador. He dicho bien, ‘creador’, y no intermediario. Lo siento por la industria y las sociedades de gestión.
[...]
¿Quién necesita un manager, un productor, un distribuidor, el inasumible coste de una hora de estudio o la espeluznante tutela de una discográfica? ¿Quién necesita, además, el abusivo, altanero y despectivo apoyo de una sociedad de gestión de derechos de autor cuando puedes lanzar tu obra con la licencia que mejor se adapte a tus intereses y rentabilizarla como estimes oportuno?
Y solo falta añadir: y el que no sea artista y se quiera hacer pasar por tal, que se
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